“Fuerza divina es la
vida, y cuando un hombre es constante y no se dilapida en múltiples deseos,
vicios y pasiones, tal fuerza parece milagrosa en sus resultados. Todos
nosotros tenemos la fuerza divina: llama vacilante en todos, a causa de falta
de unidad en los deseos y de agotamiento en los vicios. El triunfo es de quien
desea una sola cosa y está resuelto a pagar el precio de ella, a dar la vida,
sin vacilar un segundo”.
Autor: González,
Fernando
Publicación: Medellín : Bedout, 1971
Este libro es una nueva adquisición del Sistema de Bibliotecas, y desde
ahora puede ser consultado en la Biblioteca del Carmen de Viboral, Colección
general, C864/G643h
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