Este libro
analiza por qué el uso del automóvil deteriora la calidad urbana; por qué los
edificios residenciales altos son inconvenientes; qué hace que una calle sea
atractiva para caminar, por qué en una ciudad sana los espacios públicos, y no
los centros comerciales, son el lugar de encuentro; cuántos bancos debe haber
en un espacio público y cómo se deben situar. El autor se adentra en temas tan
fascinantes como el de los bordes, y por qué preferimos estar en el borde de una
plaza y no en medio de ella.
El trabajo del
autor es profundamente humano; explora las necesidades que tenemos los seres
humanos más allá de la supervivencia. ¿Qué necesitamos los seres humanos para
nuestra realización más plena?. Necesitamos, por ejemplo, caminar, ver gente,
estar con gente. Y la ciudad debe tener características que propicien ese
contacto con otros. Una ciudad es sólo un medio para una manera de vivir; lo
que propone este libro es una mejor manera de vivir, una manera más feliz de
vivir.
Este libro es
un mensaje para los arquitectos y les recuerda que su propósito no es ganar
premios, sino enaltecer lo humano. Aunque sea hermoso -y debe serlo- lo que
diseñan es para ser vivido, no para ser evaluado por los críticos de arte. En
la ciudad bien diseñada, la estrella es el ciudadano común y no el arquitecto
fulgurante.
Autor: Jan
Gehl
Publicación: Barcelona:
Reverté, 2013.
Este libro es una nueva adquisición del Sistema
de Bibliotecas, y desde ahora puede ser consultado en la Biblioteca del Carmen
de Viboral, Colección general, 711.4/G311