La Biblioteca Básica de Medellín es una
arbitraria pero deliciosa selección de 26 libros imprescindibles para el lector
antioqueño, en la que sus editores creen encontrar los elementos necesarios
para el trabajo arqueológico de interpretación del ciudadano local. No se
limita a ningún género y, con cierto agrado, en la elección de los títulos
fueron muchos los expertos consultados.
Las
Publicaciones se presentan al lector desprevenido, sin los condicionantes
amañados de los exegetas de la época. Como sustancia prima para su propio
análisis. En las ediciones facsimilares se respetó su grafía particular.
Los 26
volúmenes son memoria. Al recuperarlos límpidos se respetan las intenciones
primarias de los autores. Y pretenden, contrario a lo que buscó el emperador
chino, que simultánea a la construcción de la gran muralla hizo queman todos
los libros del reino, hacer justicia a los recuerdos comunes de un territorio.
Porque la capacidad de perversión de las formas de olvido del modernismo no
tiene límites.
Son, de algún
modo, la materia de que están hechos el hombre y la mujer de Medellín. Su
edición busca responder a las preguntas de los pobladores actuales sobre la
ciudad y la región en las que disfrutan o padecen su vida; contesta a un
sentimiento que se hereda de la cultura pagana de Alejandría del siglo II:
“Escribir en un libro todas las cosas es dejar una espada en mano de un niño”.
Los volúmenes de la colección son esa espada. Apuntan a la idea del libro
absoluto que descifre continuamente al hombre de la región de las épocas
sucesivas. Por eso sería necedad agregar páginas escuetas de sus autores.
Tratados inútiles de intérpretes modernos.
La colección
es un albur. Ya lo advirtió Borges: “una
preferencia bien puede ser una superstición”. La gloria de un libro está en
relación directa con la sensibilidad de la época determinada. Sus emociones
cambiantes hoy pueden develar lo que ayer permaneció oculto. O a la inversa. El
concepto de libro clásico es variable. Lo único eterno es la emoción íntima que
depara la literatura, en sus variados textos. Y a lo poco o mucho que aspira
una página es a que la lean con fervor y la misteriosa lealtad con que escribe
todo autor.
El mundo
existe para un libro (según Mallarmé). Con la publicación de la Biblioteca
Básica de Medellín, el Instituto Tecnológico Metropolitano –ITM contribuye en
su misión a hacer posible ese mundo.
Autor: Autor
Corporativo (Biblioteca Básica de Medellín, Instituto Tecnológico Metropolitano
–ITM)
Publicación: Medellín:
Instituto Tecnológico Metropolitano, 2006
Este libro es una nueva adquisición del Sistema
de Bibliotecas, y desde ahora puede ser consultado en la Biblioteca del Carmen
de Viboral, Colección general, 986.1262/M488 2006
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