viernes, 4 de mayo de 2018

Desnudez



Una investigación que pretenda medirse en serio con el problema de la desnudez debería ante todo remontarse arqueológicamente más allá de la oposición teológica desnudez/vestido, naturaleza/gracia, pero no para alcanzar un estado original precedente a la escisión, sino para comprender y neutralizar el dispositivo que la produjo.

No es casual que, cuando a principios del siglo XX se difundieron en Alemania y luego en el resto de Europa movimientos que predicaban el nudismo como nuevo ideal social, reconciliado con la naturaleza del hombre, ello fue posible sólo oponiendo a la desnudez obscena de la pornografía y de la prostitución la desnudez como Lichtkleid ('vestido de luz'), es decir, evocando inconscientemente la antigua concepción teológica de la desnudez inocente como vestido de gracia. Lo que mostraban los naturistas no era una desnudez sino un vestido, no era naturaleza sino gracia.

Que Adán y Eva antes del pecado no pudieran ver su desnudez porque esta se hallaba recubierta de un vestido de gracia no está dicho en modo alguno en la Biblia. La única cosa segura es que al principio Adán y Eva estaban desnudos y no sentían vergüenza ('El hombre y su mujer estaban ambos desnudos, y no sentían vergüenza'). Después de la caída, en cambio, sienten la necesidad de cubrirse con las hojas de higuera.

Es decir, la transgresión de la orden divina implica el paso de una desnudez sin vergüenza a una desnudez que debe cubrirse.

Autor: Giorgio Agamben

PublicaciónBueno Aires: Adriana Hidalgo editora S.A, 2014

Este libro es una nueva adquisición del Sistema de Bibliotecas, y desde ahora puede ser consultado en la Biblioteca del Carmen de Viboral, Colección general, 195/A259d


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