Según Locke las palabras son “signos de
concepciones internas”, estas concepciones internas son las ideas, que, para
Locke son siempre, en última instancia, un producto de nuestra sensibilidad. Se
trata de “signos externos sensibles” por los que las ideas pueden ser
comunicadas a otros hombres. Para Locke el hombre ha encontrado esos signos,
las palabras, y los ha utilizado para expresar sus concepciones internas. De
este modo las palabras son entendidas por Locke como una especie de etiquetas
las cuales usamos para expresar nuestras ideas. Así, etiquetamos nuestras
ideas, y hacemos nuestras las de los demás si están etiquetadas según los
mismos criterios que los nuestros. Por ejemplo, según Locke una comunidad de
hablantes dada se pondría de acuerdo a la hora de etiquetar sus ideas, usando
por ejemplo la etiqueta “jamón” para la idea relacionada con el sabor a carne
curada, salada, que pega con el vino, de color entre rojizo y rosado con vetas
blancas, etc. De todos modos, en última instancia, las palabras significan la
idea misma de la mente del hablante que las usa. Esta concepción supone por un
lado la idea de una ontología compartida entre todos los hablantes y, por otro
la separación entre esquema conceptual y lenguaje, además de la privacidad de
nuestro lenguaje.
Autor: John Locke
Publicación: Santafé de Bogotá: fondo de cultura Económica,
2000
Este libro es una nueva adquisición del Sistema de Bibliotecas, y desde ahora
puede ser consultado en la Biblioteca del Carmen de Viboral, Colección general,
121/L814 1999
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